En una amena conversación, Eduardo Yayo Lovatón dialoga con Freddy Ginebra, un destacado referente de la cultura dominicana.
Freddy se describe a sí mismo como un "aficionado de la vida" y un "aprendiz de todo", enfatizando su modestia y su deseo constante de aprender.
Aunque se formó como abogado, su verdadera pasión siempre ha sido el arte y la cultura, a las que ha dedicado su vida, creando Casa de Teatro en 1974 como un acto de amor hacia el arte. Freddy comparte sus experiencias en el mundo de la publicidad y la televisión, resaltando que su éxito se mide por la calidad de vida y no por el dinero.
Casa de Teatro nació de su deseo de ofrecer un espacio para el arte en un contexto político complicado, enfrentando desafíos y críticas.
A pesar de las dificultades, ha logrado que Casa de Teatro sea un símbolo de la cultura dominicana y un lugar de encuentro para artistas. Reflexionando sobre su vida, Freddy menciona cómo la enfermedad, incluyendo un diagnóstico de cáncer, le permitió reevaluar su existencia y apreciar más a su familia y amigos.
A lo largo de su carrera, ha sido testigo de la evolución del arte en el país y de la llegada de nuevas manifestaciones, como la música urbana, a las que aborda con un balance entre crítica y aceptación. Freddy también habla sobre la importancia de la amistad, la familia y la fe en su vida, así como su deseo de continuar aprendiendo y adaptándose a los cambios tecnológicos.
Finalmente, expresa su optimismo por el futuro de la República Dominicana, creyendo en la bondad de su gente y en la necesidad de humanizarse en un mundo cada vez más deshumanizado..